En el año en que la agenda ALAS20 cumple más de una década reconociendo a los líderes en sustentabilidad e inversión responsable en América Latina y España, su directora ejecutiva, Diana Rubinstein, analiza los principales cambios metodológicos del ranking y reflexiona sobre el avance regional en materia ESG. El gran ganador 2025: Aguas Andinas.
«ALAS20 es una agenda, de hecho, originalmente se llama Agenda Líderes Sustentables, que busca reconocer a los líderes tanto en sustentabilidad o sostenibilidad en el ámbito empresarial como a las instituciones líderes en inversión responsable en América Latina y en España», explica su directora ejecutiva, Diana Rubinstein.
Y aclara que no se trata sólo de un ranking, que es uno de los tres pilares que tiene la agenda, sino que «es realmente una agenda programática que consta de tres pilares: el reconocimiento, que se entrega a través de la publicación del ranking desde el año 2014; la formación, en la cual estamos trabajando permanentemente con webinars, talleres y congresos; y un tercer pilar que es de engagement o networking, donde tenemos una serie de instancias donde sentamos a empresas, inversionistas y otros actores del mercado y la sociedad para avanzar en pos del desarrollo sostenible de nuestros mercados».
En 2025, la medición incorporó un cambio sustantivo. «Ha tenido muchos procesos de revisión y actualización, justamente porque ha cambiado mucho el grado de incorporación e integración de las prácticas de sostenibilidad», comenta Rubinstein.
La experta explicó que desde 2014, esa categoría iba de la mano con una agencia de rating ESG y este año iniciamos un giro trascendental con Value Ecometrics, que recoge el ESG market value, es decir, la valorización que los propios inversionistas tienen respecto del desempeño de las empresas de sus portafolios en materia de sostenibilidad».
Según detalló, el cambio apunta a medir la creación de valor desde la perspectiva del mercado: «Buscamos crear valor para la sociedad, para el planeta y el medioambiente, pero también valor de cara al mercado. Eso es lo que queremos reflejar con este cambio metodológico».
La edición 2025 trajo un resultado histórico: «El Grand Prix, que es el mejor de los mejores, la empresa con el puntaje más alto entre los seis países participantes—, lo obtuvo Aguas Andinas, con el mejor resultado tanto en Empresa Líder en Sustentabilidad como en Relaciones con Inversionistas», afirma.
En la categoría de inversionistas, el primer lugar recayó en Ainda, signatario de los Principios de Inversión Responsable en México.
Para Rubinstein, el logro de Aguas Andinas tiene especial valor: «Nos parece que es una muy buena señal, no solamente de cara a otros mercados que podrían estar atentos a qué está pasando en Chile, sino también porque puede ser inspirador para que otras empresas chilenas sigan avanzando. Puede generar un cierto tiraje, porque si vemos el promedio por país, Chile obtuvo el quinto lugar. Entonces también puede ser una señal de inspiración hacia adentro y hacia afuera».
En la categoría Empresa Líder en Sustentabilidad, el primer lugar fue para Aguas Andinas, seguido de Colbún, CMPC, Banco Santander Chile y Banco Itaú Chile. En Relaciones con Inversionistas, lideró nuevamente Aguas Andinas, seguida de CMPC, COPEC, Banco Itaú Chile y Colbún.
En la categoría Institución Líder en Inversión Responsable, los primeros lugares correspondieron a Moneda, Reinvial, Cuprum AFP, Itaú y BCI Asset Management.
«Generamos una versión simplificada adaptada a la realidad latinoamericana y española, evaluando gestión, integración de factores ASG y divulgación pública de sus prácticas. Desde hace dos años, el análisis se realiza exclusivamente con información pública disponible, sin cuestionarios directos, buscando incentivar la transparencia de los inversionistas», explicó Rubinstein.
Para Rubinstein, el impacto de ALAS20 trasciende el premio: «La comparación entre pares termina siendo un driver importante. Las organizaciones, al verse contrastadas con otras, se incentivan a mejorar continuamente. Además, cuando vemos que una empresa lidera, sirve como benchmark y ejemplo de buenas prácticas. Eso ayuda a generar, de forma orgánica, aprendizaje e inspiración».
«Creo que ya hay una consolidación importante de la agenda», dice Rubinstein. «Nos escriben desde México, Colombia o Perú preguntando cuándo se publicará el ranking; eso muestra posicionamiento y, de alguna manera, misión cumplida. Quizás aún tenemos una brecha con Brasil, por idioma y por su marco regulatorio más avanzado»
Pero el desafío ahora, precisó, es posicionar el cambio metodológico y traducir la gestión sostenible en creación de valor. Muy en línea con lo que ocurre con las NIF: «Aterrizar concretamente cuál es el impacto financiero y la ventaja competitiva de una estrategia sostenible. Queremos que, al hablar de las normas 461 y 519, estemos hablando de creación de valor, no de cumplimiento formal».
El ranking completo de ALAS20 puede consultarse en ALAS20.com, donde están disponibles los resultados por empresa e inversionista en todos los países y ediciones.
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Por:
Catalina Allendes E.
