Diálogos Sostenibles
28/02

Amcham: «La sostenibilidad no debe ser algo aislado, sino parte central de la estrategia de negocios y políticas públicas»

En esta edición de Diálogos Sostenibles la gerente general de Amcham, Paula Estévez, repasó con ESGHOY la mirada de la cámara de comercio sobre lo que está ocurriendo en Chile con la tríada de letras que está cambiando la forma de hacer negocios, el movimiento anti ESG en Estados Unidos y la necesidad de "redefinir, a veces, los modelos".

La gerente general de la Cámara Chileno Norteramericana de Comercio (Amcham), Paula Estévez, admite que las empresas en Chile están en distintos grados de maduración en los temas medioambientales, sociales y de gobernanza. Una «adopción muy fuerte» en las multinacionales. Otras «camino hacia» y otras «en pañales». Aún así, dice, es positivo, «hay un norte hacia al que están avanzando».

Del movimiento «anti ESG» advierte que «son tendencias que van y vienen. Estados Unidos es un país muy diverso en el que se reflexiona, se discute, y siempre quieren ir más allá, piensan cuál es el “next step”. Dicen “ok, ya hablamos de ESG, pero eso ya pasó, ¿qué es lo siguiente?, ¿Qué es lo que viene?, ¿Es ESG o no?”. Son reflexiones. Discusiones.». Pero no lo ha visto como un tema marcado. Ni siquiera en las dos misiones ESG que hizo Amcham en 2023. «Vimos la reflexión en torno a lo que tú planteas, pero no como algo que se está quedando, no», precisa.

¿Cuál es el diagnóstico de Amcham respecto a lo que está ocurriendo en Chile con el mundo de la sustentabilidad?

Hay varios avances en los temas ESG. Primero hablábamos de responsabilidad social empresarial, después de sostenibilidad y ahora de ESG, que son todos aspectos ambientales, sociales y de gobernanza. Se está creando tecnología en pos de un mundo sustentable, y esto incluye, por supuesto, todo el despegue de la electromovilidad, el desarrollo de energías renovables, almacenamiento, gestión eficiente del agua. Hay todo un tema con la S, un compromiso social con la diversidad, un creciente reconocimiento de la importancia de la inclusión dentro de las organizaciones. En el fondo buscamos una fuerza laboral que sea representativa también.

Otro tema importante es el fortalecimiento de la gobernanza, la “G”, la opción de prácticas de gobernanza sólidas, el ESG también se ha integrado en la toma de decisiones de los directorios y en decisiones corporativas, lo que refleja un reconocimiento de estos factores con el cambio climático, con la diversidad, inclusión, ética empresarial y la sostenibilidad, factores que impactan y son parte del negocio. Y por último, pero no menos importante, es la creación de estándares y marcos de reporte en las organizaciones, y ahí tienes el Global Reporting Initiative (GRI), Sustainability Accounting Standard Board (SASB), y más principios para la inversión responsable.

¿Y cuáles son los desafíos que ven desde Amcham?

Tenemos un comité de sustentabilidad, uno de gobernanza y todo el aspecto social lo vemos en el de mercado laboral. Lo que estamos viendo en nuestros comités es cómo incorporamos todo el concepto de greenwashing en las estrategias de ESG.  Lo que hemos hablado para este año, es impulsar mejores prácticas en reportes, todo lo que es el Nature Positive en el desarrollo del negocio, fomentar las cadenas de valor sustentables y también fomentar el mejoramiento de las prácticas sociales y ambientales.

El tema de sustentabilidad, ¿es un tema que está entrando al corazón del negocio? ¿Sin ESG es difícil hoy hacer negocios?

No es un sí o un no. Por lo menos lo que yo veo así en Amcham, con 500 empresas socias. Las empresas están en distintos grados de maduración. Veo una adopción mucho más fuerte en las multinacionales, con ESG en el core de la estrategia del negocio. Y hay otras que están en “camino hacia” y otras que están “en pañales”. Pero por lo menos hay un camino, hay un norte hacia al que están avanzando. No desde la soberbia ni del nosotros tenemos la verdad, sino de cuáles son las mejores prácticas para hacer estas mentorías, hacemos talleres de cómo profundizar el ESG en las empresas y por qué es bueno, no solo porque está de moda y hay que hacerlo, o porque “pucha nos tocó este año”, no, porque de verdad es un cambio muy positivo en las organizaciones, en nuestros colaboradores.

Movimiento Anti ESG

¿Cuánto ha contaminado o puede contaminar la polémica de Estados Unidos en torno al movimiento anti ESG?

Son tendencias que van y vienen. Estados Unidos es un país muy diverso en el que se reflexiona, se discute, y siempre quieren ir más allá, piensan cuál es el “next step”. Dicen “ok, ya hablamos de ESG, pero eso ya pasó, ¿qué es lo siguiente?, ¿Qué es lo que viene?, ¿Es ESG o no?”. Son reflexiones. Discusiones, pero no lo vimos como un tema marcado en las dos misiones que hicimos el año pasado. Vimos la reflexión en torno a lo que tú planteas, pero no como algo que se está quedando, no.

Agrega:

El enfoque ahora es diversidad, equidad e inclusión, eso lo vimos muy fuerte. Donde las organizaciones reconocen la existencia de brechas sociales arraigadas. Vimos todo el tema de cómo la innovación y la sostenibilidad se entrelazan para crear un sistema urbano resiliente, fue un tema súper interesante en San Francisco, con una fuerza laboral diversa y altamente calificada. Aprendimos también sobre todo el tema “S”, de la gestión hídrica y energética y también el rol clave que juega la educación en el ámbito ESG, tanto el sector público como privado, para lograr este cambio cultural.

Y con esa mirada, ¿cuál crees tú que es el foco o el principal foco de las compañías este 2024? Muchos han hablado que lo social va a ser relevante.

Voy a hablar de lo que vimos en Estados Unidos y tiene que ver con que sin gobernanza, no podemos hablar ni de la “E” ni de la “S”. Eso me llamó mucho la atención. Fue durante la visita a diferentes organizaciones. Todos notaron que el tema de gobernanza era muy mencionado y la respuesta fue siempre la misma: “sin gobernanza no podemos ni hablar de “E” y “S”, es como el corazón. Entonces, la importancia de la gobernanza se debe a la necesidad de garantizar un modelo que adopte la “S” y la “E”, un modelo de transparencia, responsabilidad y de cumplimiento de las normas legales y éticas dentro de la organización. Diría que la “S” y la “E” están muy incorporadas en las multinacionales , es parte del día a día, incluso en los bonos de los ejecutivos. Mi bono como ejecutiva, a modo más personal, tiene un KPI de DE&I. Somos una organización sin fines de lucro, pero igual tenemos metas comerciales, como cualquier cámara de comercio. Este descubrimiento sobre la importancia de la “G”, donde es clave incorporar la cultura de gobernanza, yo creo que en las empresas chilenas sería un gran salto.

Directores comprometidos

Amcham acaba de hacer un estudio interesante sobre evaluación de directores. ¿Cómo ves tú la arista respecto a la evaluación del directorio que el fondo es clave para la gobernanza?

Tenemos un comité de sustentabilidad y también de gobierno corporativo y compliance, juntos hicimos este estudio con la Universidad Adolfo Ibáñez, el que arrojó que el directorio estaba involucrado con la sostenibilidad empresarial en un 73% de las corporaciones que participan en AmCham. La mayoría, eso sí, son mutinacionales, Es un universo distinto de si haces este mismo estudio en empresas 100% nacionales. Un 27% declaró que su directorio no realiza ningún tipo de acciones asociadas.

Es muy común que tengan bonos por KPI relacionadas con parámetros financieros, y también vimos un movimiento hacía los incentivos de los ejecutivos. Si el incentivo está puesto en los parámetros financieros, es más difícil que logres tu estrategia ESG a que si están en la “E” en la “S” y en la “G”. Y en eso yo creo que todavía nos falta, o sea, una cosa es que se discuta en el directorio y en eso vimos un gran avance, pero otra cosa es poner los incentivos adecuados a los ejecutivos, al programa gerencial y después bajar, por supuesto, a los profesionales.

Debate regulatorio

¿Qué incentivos se requieren para empujar aún más el ESG en Chile? En el mundo hemos visto en Europa, sobre todo una revolución de regulaciones tremenda. En Chile hemos partido con algunas.

La Unión Europea (UE) es un modelo mucho más estricto, más riguroso en términos de regulación, en cambio, el estadounidense es más libre y de autorregulación. La UE ha sido pionera con estándares claros y obligatorios para las empresas y esa aproximación se basa en la creencia de que para proteger el interés público y asegurar un piso común de prácticas sostenibles, tenemos que contar con una normativa que guíe. Por otro lado, Estados Unidos tiende a enfatizar la autorregulación, la palabra trust, el control a la confianza, motivado porque hay mucha presión del mercado. Los bancos de inversión están mirando proyectos ESG, entonces, si el tuyo no va en ese paraguas, te va a costar más conseguir financiamiento. Entonces, también está motivado por una presión del mercado, por temasde reputación corporativa, interés por captar inversión sostenible. A eso apuesta Estados Unidos, confiar en la autorregulación y en que las empresas van a adoptar este modelo por un tema de negocios y no por un tema de control.

Chile debe encontrar un equilibrio óptimo entre estos dos enfoques. La clave para nuestro país podría ser un modelo híbrido, que combine la claridad y seguridad que proporciona la regulación, con una flexibilidad y con un impulso innovador a la autorregulación. Esto pasa mucho en inteligencia artificial, o sea, las empresas están avanzando con mucha rapidez y la regulación va quedando atrás, los avances son impresionantes, entonces tienes que tener también esa flexibilidad, porque si tu regulas y controlas, puedes también poner una camisa de fuerza a la innovación, que es la autorregulación. A ver, yo sé que es lo más lindo que puedo decir, pero de verdad lo creo, lo mejor de los dos mundos, adaptándose y ajustándose. Chile está mirando ambas visiones.

En el nucleo

¿Cuál va a ser el gran desafío ESG este año para las empresas?

Trabajar en que se integre la sostenibilidad en el núcleo de la estrategia empresarial. Debe ser considerada no como algo aislado, o como un complemento, sino como un componente central de la estrategia empresarial y de las políticas públicas, y esto implica redefinir a veces los modelos de negocios. También la colaboración multisectorial, el avance hacia un futuro más sostenible requiere una fuerte colaboración del sector público, el sector privado, la academia y las ONG. La interacción entre estos actores permite compartir conocimiento.

En tercer lugar, que hablemos de educación y conciencia pública hacia la sostenibilidad. La sensibilización sobre temas como el cambio climático, la conservación de recursos naturales, de la mano con el desarrollo económico, por supuesto. Y hay un tema importante, lo último que vi en Estados Unidos y es muy fuerte, es un mensaje que nos dio Kamala Harris, la vicepresidenta de Estados Unidos, en una reunión que tuve oportunidad de estar, que es la importancia de contar con un sector privado fuerte. Puede sonar obvio, pero no existen sociedades exitosas sin un sector privado robusto que pueda desarrollarse e innovar. Sabemos que los avances tecnológicos tienden a darse primero en este ámbito, por lo que es clave seguir fomentando la inversión y la extranjera, que tiene mucho que aportar.

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