Un sondeo de la Red de Bancos Centrales y Supervisores para la Ecologización del Sistema Financiero (NGFS, en su sigla en inglés), de la que Chile es parte, revela que cuatro de cada diez institutos emisores ya han tomado medidas para integrar consideraciones sobre el calentamiento global.
El sondeo «Política monetaria y cambio climático: conclusiones clave de la encuesta de miembros y áreas para un análisis más detallado», realizada por la Red de Bancos Centrales y Supervisores para la Ecologización del Sistema Financiero (NGFS, en su sigla en inglés), revela que cuatro de cada diez entrevistados ya han tomado medidas para integrar consideraciones sobre el cambio climático en su marco operativo. Muchos, además, están considerando otras para proteger sus propios balances de los riesgos financieros relacionados con el clima.
La encuesta recoge las experiencias de 55 bancos centrales de países en distintas etapas de desarrollo, todos miembros de la NGFS, de la que el instituto emisor chileno también es parte.
Alrededor de dos tercios de los encuestados estuvo de acuerdo en que el cambio climático influirá en sus manejos de la política monetaria. El 75% dijo que los responsables de ella tendrán que tener en cuenta las compensaciones al diseñar sus programas.
De acuerdo al estudio, un 47% reconoce haber realizado ejercicios para comprender cómo los impactos físicos del fenómeno afectarán la macroeconomía y, un número similar, dijo que sus países ya se han visto afectados por el cambio climático .
Por su parte, el 43% reconoció que ya ha evaluado los efectos de los riesgos de la transición, y un tercio señaló que ésta podría ayudar a la productividad, debido a las inversiones en tecnología y educación.
El presidente de la NGFS y director gerente de la autoridad monetaria de Singapur, Ravi Menon, señlaó que “ya estamos experimentando el impacto macroeconómico del cambio climático, tanto sus efectos físicos como de transición. La NGFS ha estado trabajando para profundizar nuestra comprensión colectiva de cómo los efectos físicos y de transición influyen en el crecimiento, la inflación, la productividad, el empleo y otras variables macroeconómicas”.
Más de la mitad de los bancos centrales que respondieron tienen trabajo en curso o análisis macroeconómicos adicionales planeados para aumentar su comprensión de estos efectos en el horizonte relevante de la política monetaria, pero la encuesta reveló también que la falta de recursos, experiencia y datos dentro de los bancos centrales representa un obstáculo para avanzar en la comprensión del tema.
El presidente de NGFS Workstrean Política Monetaria, y director de la la dirección internacional del Banco de Inglaterra, James Talbot, sentenció que «es oportuno que la NGFS ahora esté considerando el impacto económico del cambio climático. Los resultados muestran un deseo de profundizar nuestra comprensión de este problema, aprovechando nuestro rigor y diversidad analíticos, para que los formuladores de políticas tengan un marco analítico coherente al que recurrir”.
La NGFS se lanzó en la Cumbre One Planet de París el 12 de diciembre de 2017 yreúne a 127 bancos centrales y supervisores y 20 observadores. Juntos, representan los cinco continentes y más del 85% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero, y son responsables de la supervisión de todos los bancos de importancia sistémica mundial y el 80% de los grupos de seguros con actividad internacional.
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