ESGLIVE
01/08

Del checklist al propósito: como provocar una transformación ESG

En este ESGLIVE, el abogado y consejero de Prohumana, Marcelo Montero desmenuza junto a Soledad Teixidó los alcances de la Mesa Redonda "ESG y su rol transformador en los negocios". Dónde están los cuellos de botella y el desafío de transformar indicadores en agentes de cambio, fueron parte de la conversación.

El desafío de la sostenibilidad corporativa ya no es solo alcanzar metas numéricas ni reportar voluntariamente: tras años de regulaciones cada vez más estrictas, las empresas deben preguntarse de qué modo los criterios ESG remodelan su cultura y su propósito.

De eso y de los alcances de una nueva forma de hacer negocios conversamos en este ESGLIVE con el abogado  y consejero de PROhumana, CEO de Busasis, Marcelo Montero y la fundadora de PROhumana, Soledad Teixidó. El punto de partida fueron los hallazgos de la Mesa Redonda «ESG y su rol transformador en los negocios», donde participaron 47 líderes de 48 empresas que operan en el mercado local.

Soledad, ¿Cuál de los principales hallazgos te pareció más disruptivo?

Creo que aún no estamos en una etapa verdaderamente disruptiva; más bien, estamos abriendo un proceso reflexivo sobre el sentido de los ESG. Al inicio, los indicadores ESG supusieron un cambio profundo en las instituciones. Sin embargo, hoy estamos en la fase de aplicación del indicador y nos cuesta generar debates sobre cómo transforman realmente la cultura y el liderazgo, especialmente el del directorio.

Lo más disruptivo fue la disposición para hablar más allá de los números: varios participantes se mostraron interesados en cuestionar el propósito y el rol de estos indicadores, no solo su cumplimiento.”

¿Estás de acuerdo Marcelo?

Concuerdo con Soledad: no ha habido disrupción real. La convocatoria buscaba ‘analizar el significado profundo de los principios ESG y su potencial transformador’. Lo que sucede es que los indicadores solo miden la parte exterior. Cuando hablamos de ‘profundidad’, nos referimos al espacio interior de la conciencia, y eso no lo capta ningún indicador; mide solo exterioridad.
Para que exista un cambio auténtico, no basta con modificar comportamientos medibles; hace falta transformar la conciencia de las personas, el entendimiento ético y emocional de por qué son relevantes estos parámetros. Por eso creo que estamos en una etapa preliminar y exploratoria.

Normativa y tensión

Soledad, esta mesa surgió para poner en evidencia estos puntos. ¿Hemos avanzado? Tenemos normativas de nivel internacional, ¿estamos a esa altura?

La normativa es avanzada: hemos adoptado varias regulaciones globales y progresado, donde los reportes dejaron de ser voluntarios. Sin embargo, la regulación puede generar un estancamiento: muchas instituciones cumplen con los indicadores pero no impulsan cambios reales en su cultura interna.
Esto crea tensión: los líderes se ven obligados a gestionar indicadores, pero no siempre desarrollan procesos transformadores. Por eso subrayamos la importancia de un liderazgo que use los ESG como agentes de cambio, no solo de medición.”

Marcelo, ¿qué debe ocurrir para que las empresas pasen del checklist a una gestión integral de estos datos?

Es fundamental pasar del indicador al agente de transformación. Para lograrlo, propongo aplicar el pensamiento integral: mirar un problema desde distintas perspectivas y niveles de profundidad, reconociendo la interconexión de todos los elementos.
Hoy vivimos en un mundo de relatos en crisis, religioso, político, científico, lo que genera incertidumbre y temor. En este contexto, la empresa debe convertirse en un espacio de sentido, generando un propósito que conecte emocionalmente con quienes la habitan.

Ese proceso requiere políticas organizacionales que internalicen los valores ESG, asignando claramente la responsabilidad cultural al área de Personas. Un buen ‘director de orquesta’, esto es, líderes conscientes de la complejidad del desarrollo humano, es esencial para armonizar la organización.

Caballo de Troya

Marcelo, ¿qué pasos concretos sugiere para iniciar esa toma de conciencia?
Primero, una estrategia tipo ‘caballo de Troya’: partir desde el cumplimiento regulatorio y luego desplegar una matriz conceptual que eduque y explique el propósito ético. Nombrar los conceptos les da realidad a nuestros cerebros.
Esa capacitación debe ir más allá de una ejecución presupuestaria en octubre o noviembre; debe ser una actividad continua, con hitos claros, para generar un genuino compromiso. Sin un lenguaje común y credibilidad, las personas no se motivan.

¿Dónde se ven los mayores avances hoy? ¿Qué sectores lideran?

Soledad Teixidó: «En Chile, debemos abrazar el pensamiento crítico sin miedo. Cuestionar y prototipar son las bases de la innovación. Somos un país pequeño y ágil; podemos movernos más rápido que economías mayores si nos atrevemos a romper patrones y hacernos preguntas constantes.

Marcelo Montero: «Empezar a hablar de estos temas ya es un paso relevante: ‘baby steps’. Una analogía es la enseñanza del esquí en Suiza: siguen la huella blanca para evitar los árboles. Siguiendo ese camino, Japón y Estados Unidos  muestran que las compañías que aplican buenas prácticas ESG generan valor económico medible y aportan socialmente».

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