La sostenibilidad es un lenguaje común, pero el reciclaje es, cada vez más, un desafío compartido. Esta premisa se reafirma con fuerza al haber representado a la Asociación Nacional de la Industria del Reciclaje (ANIR) en la Convención Mundial del Bureau of International Recycling (BIR) 2025, celebrada a finales de mayo en Valencia, España. Junto a nuestro vicepresidente y gerente general de Sudtrade, Guillermo Venegas, fuimos parte de una instancia que reunió a más de 2.000 representantes de 63 países, un reflejo del alcance e impacto global del reciclaje como pilar de la economía circular.

Participamos en el Consejo Internacional de Medio Ambiente del BIR y en la reunión de asociaciones gremiales, espacios estratégicos donde se compartieron diagnósticos, proyecciones regulatorias y desafíos que hoy definen el futuro del reciclaje global. Uno de los principales focos fue la actualización del estudio “Environmental Benefits of Recycling”, que se espera sea publicado en septiembre de este año y que ofrecerá datos comparativos sobre el impacto ambiental de la valorización de materiales como metales ferrosos y no ferrosos, plásticos, papel, textiles y caucho. La actualización de esta información será una herramienta clave para fortalecer la trazabilidad y sustentar con evidencia técnica las políticas públicas y privadas del sector.

Pero los desafíos también fueron claros. Tal como se señaló en la reunión plenaria de la División de Plásticos del BIR el pasado 28 de mayo, la firma del tratado global sobre plásticos promovido por Naciones Unidas enfrenta serias dificultades para avanzar. Según Alev Somer, directora de Comercio y Medio Ambiente del BIR:

«¡Dejamos atrás otra exitosa World Recycling Convention en Valencia con más de 2.000 participantes! Nos conectamos con recicladores, comerciantes y asociaciones nacionales de 63 países… cerramos una semana de debates muy interesantes, desde las últimas negociaciones sobre el Global Plastics Treaty, hasta la agenda Green Steel y decarbonisation… y en el centro de todo: ¡las guerras comerciales!»

Las tensiones regulatorias, económicas y diplomáticas en torno al comercio de materiales reciclables reflejan un escenario donde el consenso internacional aún está lejos de concretarse, especialmente en lo relativo a residuos plásticos.

En este contexto, Chile tiene una oportunidad concreta como país OCDE, es decir, como miembro de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos. Esta membresía implica que el país ha adoptado estándares internacionales en materias como transparencia, gobernanza, medio ambiente y comercio, lo que lo posiciona con capacidades institucionales y normativas para adaptarse rápidamente a exigencias regulatorias globales, tales como trazabilidad, control de estos materiales y contenido reciclado obligatorio. Estas condiciones habilitan a Chile para consolidarse como un referente regional en prácticas de economía circular.

Además de los plásticos, la convención abordó otros temas críticos: la reforma al Waste Shipment Regulation en la Unión Europea, el reciclaje de baterías, la transición hacia el acero verde, la presión por contenido reciclado obligatorio y los efectos de la sobreoferta de materiales vírgenes en los mercados. Todos estos frentes tienen un impacto real en nuestra región y, particularmente, en la industria chilena del reciclaje, que debe prepararse para integrarse a este escenario con estándares competitivos, infraestructura adecuada y visión a largo plazo.

La internacionalización de la conversación sobre reciclaje es, hoy más que nunca, una necesidad estratégica. En ANIR creemos que no hay sostenibilidad sin articulación, ni economía circular sin reglas claras. Participar en instancias como BIR nos permite volver a Chile con información valiosa, redes activas y una misión renovada: seguir fortaleciendo una industria del reciclaje chilena que esté a la altura de los desafíos globales, con soluciones locales y visión de futuro.