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07/09

CMF y NGC 461: Identificar riesgos y oportunidades del cambio climático y derechos humanos «ha sido más complejo de lo esperado»

Al analizar las memorias integradas, el comisionado Mauricio Larraín admitió que "es difícil pensar que analistas de inversión puedan fácilmente alimentar modelos con reportes como los actuales". El desafío está "en cumplir no solo en la forma si no también en el espíritu de la norma: se debe entregar información útil y de calidad y eso incluye datos que puedan extraerse, usarse, y, eventualmente, verificarse", sentenció.

Para el vicepresidente de la Comisión para el Mercado Financiero (CMF), Mauricio Larraín, es «difícil evaluar la integración y gestión de riesgos y oportunidades» que trajo consigo el primer reporte de la Norma General 461 este año.

Ante el Instituto de Directores de Chile, admitió que «la estandarización no fue tan fuerte» y aunque eso era esperable, reconoció que fue «más complejo de lo esperado» identificar la gestión de los riesgos financieros derivados del cambio climático y sus oportunidades, así como algunos temas relacionados con los derechos humanos. Señaló que com la identificación  no se hace «evidente ni clara» y afecta en la evaluación del impacto que pudieran tener en el negocio. «Es poco explicada y a menudo solo se da a entender», sentenció.

 

Una crítica importante fue a la extensión de las memorias. «Hasta 800 páginas», precisó Larraín, lo que «dificulta que los usuarios encuentren la información relevante». Desde su perspectiva, las empresas pueden mejorar la precisión y comunicación de la sostenibilidad, «optando por formatos más concisos, como bullet points y tablas».

Desafíos

De hecho fue claro al señalar que «no existe una correlación directa entre la extensión de las memorias y la calidad de divulgación» e incluso la «sobrecarga» puede diluir el valor de los datos. Por eso instó a «mantener un equilibrio entre la cantidad de datos presentados y su relevancia para facilitar la comprensión y evaluación de la sostenibilidad de la compañía».

 

En este sentido dijo que el «desafío» es «identificar el balance adecuado entre la comunicación de la gestión y la entrega de información financieramente material».  «Es necesario que la información financiera relacionada con sostenibilidad sea accesible y fácil de extraer para los inversionistas. Todavía existen brechas. Es difícil pensar que analistas de inversión puedan fácilmente alimentar modelos con reportes como los actuales», sentenció.

Por eso, agregó que esto no se trata solo de cumplir en la forma «si no también en el espíritu de la norma: se debe entregar información útil y de calidad y eso incluye datos que puedan extraerse, usarse, y, eventualmente, verificarse».

Lo que viene

Y aunque la NCG 461 no exige verificación de terceros en sus memorias respecto de la información financiera de sostenibilidad, Larraín sostuvo que la tendencia es que el mercado avance hacia ello, pues en la medida que se sea relevante para las decisiones de inversión se hará cada vez más necesario. «Como en cualquier otra pieza de información en el sistema financiero, la verificación por parte de un tercero independiente es importante para aumentar la confianza y facilitar su uso. El desafío es entonces avanzar en buenas prácticas de auditoría», sentenció.

A partir del 2024 las empresas deberán incorporar las nuevas IFRS1 e IFRS2, que  exigen una mayor compenetración entre la divulgación financiera y la de sostenibilidad, y están alineadas con  la NG 461. En este contexto Mauricio Larrain admitió que las memorias integradas han sido una transición.

Aquí puedes ver la presentación completa.

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