Diálogos Sostenibles
08/11

Colbún: «El gran desafío es lograr que las distintas áreas de la compañía sean el músculo de la gestión sostenibilidad»

"No sirve de nada que haya un área chiquitita de gente que esté siempre reportando. La gestión tiene que venir desde dentro, que todos trabajen para hacer los procesos más sostenibles. Uno apoya con orientaciones, tendencias,", advierte la subgerente de sostenibilidad de Colbún, Ana Luisa Vergara, en esta edición de Diálogos Sostenibles de ESGHOY.

La subgerente de sostenibilidad de Colbún, Ana Luisa Vergara, lleva 12 años en la compañía y admite que el trabajo que han hecho, hasta ahora en términos medioambientales, sociales y de gobernanza, ha sido un proceso en el que la sido clave la gobernanza.

«Necesitamos un directorio y una alta gerencia que sí o sí esté involucrado. Tiene que haber seguimiento. Mensualmente reportamos cómo va nuestra huella de carbono, del agua, los residuos, la equidad de género, etc. Lo revisamos también en el comité de sostenibilidad  y ellos hacen seguimiento de la estrategia trimestralmente. Tiene que estar en los objetivos corporativos, en los bonos de remuneraciones de cada uno de los trabajadores y de los gerentes, por supuesto», advierte en esta edición de Diálogos Sostenibles en ESGHOY.

Durante el último mes, Colbún fue un protagonista silencioso de los Juegos Panamericanos Santiago 2023. Fue la empresa que se ocupó, y lo seguirá haciendo para los Para Panamericanos, de hacer que este evento deportivo se convirtiera en uno de los primeros de la región en ser carbono neutral.

«La organización se acercó a Colbún en el contexto que saben que somos una de las principales emisoras de bonos de carbono, que se generan en nuestras centrales hidroeléctricas, para compensar gran parte de todas sus emisiones, asociadas a los traslados de los deportistas y a todo el Co2 que se genera en estas competencias. Además de certificar que el consumo de energía de los estadios y las instalaciones fuera renovable», explica Vergara.

Se trata de  250 mil toneladas de Co2 que también se compensarán con la plantación de árboles nativos. De hecho, para hacerlo más gráfico, Colbún levantó un globo gigante que representaba una tonelada de emisiones, para que los asistentes dimensionaran de qué estamos hablando. Martina Weil, Kristel Köbrich, el karateka Rodrigo Rojas y el atleta Carlos Díaz, fueron embajadores de la causa.

Desde hace algunos años, Colbún no sólo está compensando su huella y siendo parte de la transición energética, sino que también está apoyando a sus clientes, así como lo hizo en los Panamericanos, más allá de proveerlos de energía renovable. ¿Cuál es la evaluación de ese trabajo?

Quizá hay que ponerlo en contexto. Si bien generamos energía eléctrica y estamos a lo largo de todo Chile con 27 plantas, y una en Perú, no solo entregamos servicios de generación de energía para nuestros clientes, sino que también servicios de valor agregado. Como eficiencia energética, monitorear cómo van sus ahorros en emisiones, ayudarlos con la electromovilidad, generar proyectos de energía solar. Esto permite que reduzcan sus propias emisiones, que sean sostenibles. No es solo contribuir a la transición energética, ir creciendo en energía renovable, porque al cliente le conviene,  sino que también apoyarlos en sus otros servicios.

¿Cuál es el balance que hacen? 

Cuando trabajamos en estos servicios de valor agregado, la satisfacción de los clientes es mucho mayor que entre aquellos que sólo les entregamos energía renovable.

Huella positiva

¿Cuál es la visión de sostenibilidad de Colbún y cómo se alinea con los principios ESG (Ambiental, Social y de Gobernanza)?

Tenemos la premisa que la sostenibilidad es, en sí mismo, el negocio de Colbún y tiene que estar integrado en todas las áreas. Ahora tenemos un nuevo propósito: «Transformamos la energía en equilibrio con el plantea, para impulsar tus proyectos y sueños». Si tu vez, el propósito, ya integra variables de medioambiente, de buscar que todo lo que hagamos en el futuro, nuestro crecimiento, sea en equilibrio con el plantea.

Si uno va viendo los valores de la compañía, que son conductas que esperamos que todos vayan teniendo, tiene que ver con dejar una huella positiva, contribuir a la mitigación del cambio climático, buscar proyectos de biodiversidad, reducir el consumo del agua; o en temas comunitarios, acercarnos tempranamente a las comunidades, hablamos de generar transparencia, hay muchos valores que integran estas variables de sostenibilidad

Tenemos una sola estrategia corporativa al 2030, donde cada uno de los pilares  busca ser una compañía sostenible. Por ejemplo, crecer en renovables, duplicar nuestra capacidad instalada y tener solo crecimiento en este tipo de energía es una contribución, es un rol, ahí en el liderazgo de la transición energética. Buscar soluciones a los clientes, solo apunta a tener menos huella. Estar  en Hidrógeno Verde, buscar infraestructura de agua que pueda resolver los problemas de la sequía a nivel mundial… Además buscamos que todos estos temas sean preocupándose de la diversidad, inclusión laboral, ESG, gobernanza.

¿Qué tan clave ha sido la gobernanza de la compañía para avanzar en estos temas?

Imprescindible en todo sentido. Necesitamos un directorio y una alta gerencia que sí o sí esté involucrada en esto. Tienen que hacer seguimiento Mensualmente reportamos cómo van nuestros avances en la huella de carbono, del agua, residuos, equidad de género, etc.  Lo revisamos también en el comité de sostenibilidad y ellos hacen seguimiento trimestralmente. Tiene que estar en los objetivos corporativos,  en los bonos de remuneraciones de cada uno de los trabajadores y de los gerentes por supuesto. Desde mi visión es la única forma, que el directorio haga seguimiento, tire el carro, esté al tanto, que nos ayude a avanzar más rápido en estos temas.

¿Ha costado que el directorio asuma la sostenibilidad como algo fundamental?

Llevo 12 años acá y sé que ha sido un proceso. Aquí somos «Colbún Lovers». Nuestro directorio lleva mucho tiempo trabajando en estos temas. Tenemos 33% de presencia de mujeres, hay directores que vienen del mundo de sostenibilidad. Y más allá de eso, nuestro controlador, el grupo Matte, ha ayudado, en base a aprendizajes previo, a 15 años de trabajo en temas de sostenibilidad, que esto quede en la estratregia corporativa.

Partimos  en un momento quizá como obligación en temas medioambientales y comunitarios, pero ahora te vas dando cuenta que tus clientes, inversionistas, tu entorno te lo va exigiendo cada vez más. Si no, ya no vas a poder viabilizar proyectos o tus clientes ya no van a querer tu energía. El directorio también entiende eso y moviliza para que las cosas vayan mas rápido.

La cultura, el mayor desafío

¿Cuál es hoy el pincipal desafío que enfrenta Colbún en términos de sostenibilidad?

En sostenibilidad los temas de cultura son desafiantes. Tenemos que asegurarnos que queden insertos en todos los procesos, como por ejemplo en las decisiones de inversión, cuando va alguien a presentar un proyecto y le pide recursos al directorio, que muestre cuál es el impacto ambiental, social y cómo va a generar valor.  Y también en el día a día, que cualquier decisión, por muy básica que sea, genere conciencia, desde los materiales que usamos hasta como te relacionas con un trabajador.

¿Cómo se cuidan de no caer en Greenwashing?

Es un gran desafío. Sabemos que es algo que todas las empresas tenemos que seguir aprendiendo. Desde hace muchos años auditamos, verificamos con un tercero, toda la información que entregamos, desde el detalle de qué foto ponemos, cómo publicitar, cmo diferenciar toda la información. Antes cundo construíamos un proyecto eólico quizá mostrábamos las turbinas, sin que ni siquiera estuviera en desarrollo, ahora hay que cuidarse de no hacerlo antes de la operación. Están las distintas áreas capacitándose , para estructurar todo, que esté normado, cuidado, con documentación y que las memorias integradas sean transparentes.

¿Cómo ha sido el proceso de reportes, con la Nº461 de la CMF?

Veníamos haciendo ejercicios previos, nos puede haber costado un poco menos que a otras empresas, pero la cantidad de información, no solo de la norma, de los distintos estándares internacionales, es enorme. Tenemos que ser transparentes, hay mucha información para el Dow Jones y los reportes terminan siendo gigantes, cuesta construirlos, cuesta evitar errores, es muy desafiante. Pero a pesar de que estamos con mucha carga, creemos que es uno de los mecanismos para obligar a las empresas a ser más transparentes y equilibrar para que sean más comparativas.

Hay todo un cuestionamiento a esa carga de trabajo, que muchas empresas pasan de cabeza en los reportes y, a aveces, menos en la gestión. 

Eso es así, porque te lo empiezan a preguntar en todos los estándares internacionales, aunque no respondieras te ponen una nota en estos temas, de acuerdo a la información pública. El gran desafío es lograr que las distintas áreas de la compañías sean el músculo de la gestión de sostenibilidad, no sirve de nada que haya un área chiquitita de gente que está siempre reportando.  La gestión tiene que proveerse. El área de proveedores nuestro,  por ejemplo, está todo el rato viendo qué vamos a implementar para ser más sostenibles. Uno apoya con orientaciones,  tendencias, pero son las áreas de las compañías las que tienen que hacer esto solos.

 

Compartir