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24/03

El agua: un recurso vital que exige acción colectiva

El camino hacia la sostenibilidad hídrica requiere ambición y adaptación. Por eso, alineamos nuestras metas con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU, buscando reducir un 35% el consumo de agua por tonelada producida en América del Sur para 2025. Pero este no es un esfuerzo aislado. La invitación es que todos los actores, públicos y privados, se sumen: Optimizar procesos, invertir en tecnologías limpias y, sobre todo, valorar cada gota.

El Día Mundial del Agua nos invita a reflexionar sobre el papel de cada individuo y de la sociedad en el imperativo de cuidar este vital elemento. Según la ONU, más de 2,000 millones de personas carecen de acceso a agua potable en el mundo. En contraste, en Chile el consumo promedio diario por habitante alcanza los 172 litros, superando la media europea, lo que nos alerta sobre la necesidad de crear mayor conciencia.

En BASF, entendemos que la gestión sostenible del agua es un pilar fundamental para garantizar el futuro de las próximas generaciones. Por ello, desde 2011, hemos implementado nuestro programa Sustainable Water Management (SWM), adaptándolo continuamente a los nuevos desafíos que impone el cambio climático. En 2024 logramos reducir un 5,7% el consumo de agua por tonelada de producto en comparación con 2023, un avance que refleja nuestro compromiso con la eficiencia y la innovación.

Nuestro enfoque se basa en tres ejes: evaluación de riesgos, mejora continua y transparencia. Mediante herramientas como Aqueduct 3.0 del World Resources Institute, identificamos zonas con estrés hídrico —donde se utiliza más del 40% del agua disponible— para priorizar acciones. En América del Sur, por ejemplo, proyectos como la optimización de sistemas de enfriamiento en General Lagos (Argentina) permitieron ahorrar 140,000 m³ de agua en un año. En Chile, trabajamos en soluciones que integran la economía circular, como la reutilización de aguas residuales tratadas en procesos industriales.

Pero la sostenibilidad no se limita a las plantas productivas. Como industria química, desarrollamos tecnologías que benefician a otros sectores. En el sector automotriz, nuestra tecnología CathoGuard® reduce hasta 400 litros de agua por vehículo pintado. En el hogar, soluciones de BASF como la que permite mezclar ropa de color y blanca en un mismo ciclo de lavado ahorran hasta 1,100 litros de agua al año por familia, según estudios de la Fundación Espacio ECO. Estas innovaciones demuestran que pequeños cambios en nuestros hábitos pueden tener un impacto significativo en el uso sostenible del agua.

Sin embargo, el verdadero cambio surge de las acciones cotidianas, por lo que incentivamos a nuestros colaboradores a adoptar prácticas responsables, que van desde cerrar la llave durante el lavado de manos hasta reportar fugas. Pequeños gestos, como reducir un minuto la ducha diaria, ahorran el equivalente a 90 botellas de agua.

El camino hacia la sostenibilidad hídrica requiere ambición y adaptación. Por eso, alineamos nuestras metas con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU, buscando reducir un 35% el consumo de agua por tonelada producida en América del Sur para 2025. Pero este no es un esfuerzo aislado. La invitación es que todos los actores, públicos y privados, se sumen: Optimizar procesos, invertir en tecnologías limpias y, sobre todo, valorar cada gota.

El agua es vida, y su cuidado es una misión que nos une a todos. El objetivo es seguir innovando, midiendo los avances con transparencia y liderando con el ejemplo. Porque juntos podremos garantizar que este recurso vital siga fluyendo para las generaciones futuras

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