opina compliance Cristóbal Concha
29/05

El Compliance como parte del ESG

"Si el Lavado de Activos fuera un país, sería casi tan grande como Japón y más grande que Alemania. Si todo fuera proporcional, en Chile estaríamos hablando de cifras que se empinan hasta USD 15.000 y USD 20.000 millones".

El movimiento ESG está cambiando el mundo de las inversiones. De acuerdo a las últimas estimaciones, hacia el año 2025, los denominados “Activos ESG” deberían representar unos USD 50 trillones, casi 1/3 del total de activos administrados en el mundo.

Este fenómeno ha generado importantes cambios en el comportamiento de los administradores de activos a nivel global. No solamente están preocupados de que los activos subyacentes renten bien y tengan características que los hagan elegibles desde el punto de vista ambiental, que es la característica más saliente y verificable. Adicionalmente, los inversionistas sofisticados están activamente preocupados de que la forma en que los activos de administran: que cumplan con las mejores prácticas disponibles en términos de gobernanza y administración. Dicho de otra manera, que se ajusten las mejores prácticas de compliance disponibles en el mercado. Se preocupan y supervisan activamente de que los proyectos y compañías donde están invertidos conozcan y cumplan estas prácticas.

Un tema donde queda evidencia clara de cómo está cambiando la manera en que se administra los activos es en los Controles para el Lavado de Activos, tema de especial relevancia en la agenda en Chile. Hoy no existen inversionistas institucionales serios que estén dispuestos a invertir en proyectos que no cumplan rigurosamente con los Controles requeridos por la Unidad de Análisis Financiera y sus equivalentes. Nadie se quiere ver envuelto en un problema de Lavado de Activos, que los involucre reputacionalmente, a la hora de invertir en un sector obligado. El problema está demasiado extendido: El FMI calcula que entre 5% y 7% del PIB mundial está asociado a Lavado de Activos. Si el Lavado de Activos fuera un país, sería casi tan grande como Japón y más grande que Alemania. Si todo fuera proporcional, en Chile estaríamos hablando de cifras que se empinan hasta USD 15.000 y USD 20.000 millones. Como los sectores obligados a reportar a la UAF son muchísimos, esta tendencia y esta conciencia están extendiéndose rápidamente por el Mercado Financiero. Todas las actividades de Medios de Pago, Créditos, Inversiones, Desarrollo Inmobiliario, Fintech y Automotriz están entre los sectores obligados pode la UAF. Así, cualquier Administradora de Fondos que invierte en estos subyacentes no sólo está obligada a poseer controles AML, sino que debe impulsar a que los vehículos de los subyacentes en los que invierte también los tengan. Un problema “aguas abajo” dañará sin duda la reputación del Inversionista, contaminando además sus ratings ESG.

El tomar conciencia de ello está cambiando radicalmente la forma en que se miran las inversiones. Afortunadamente hoy existen herramientas tecnológicas que permiten cumplir en forma fácil, transparente y a bajo costo. Ya no hay excusas para no implementar un buen Compliance. Los inversionistas, el Regulador y la Sociedad así lo en entienden. Mediante el uso extendido de estas herramientas están colaborando en la construcción de un Ecosistema de Negocios más transparente y sostenible.

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