Diálogos Sostenibles
13/08

«Interpretar la naturaleza inteligentemente y valorarla como un motor de negocio es fundamental»

Con el respaldo de cuatro ministerios, la UNEP y financiamiento del GEF, Claudia Galleguillos lidera el programa Net Zero y Naturaleza Positiva en Chile. Durará 48 meses y propone un modelo integral de trabajo para unificar medición, gestión e inversión en descarbonización y naturaleza, a través de estándares comunes y pilotos regionales.

En mayo de 2025, Chile dio inicio oficial a la iniciativa «Acelerando la transición hacia una economía Net Zero y Naturaleza Positiva en Chile». Liderado por el Ministerio de Energía y ejecutado por Fundación Chile, trabaja con el respaldo de los ministerios de Hacienda y Medio Ambiente, y el acompañamiento técnico del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEP), todo ello financiado por el Fondo para el Medio Ambiente Mundial.

Con un plazo de ejecución de 48 meses, busca integrar estrategias de descarbonización y conservación de la biodiversidad en políticas públicas y prácticas privadas, nivelar metodologías de medición y reportabilidad, y promover proyectos piloto en tres regiones del país.

En este Diálogos Sostenibles conversamos con Claudia Galleguillos, directora Net Zero and Nature Positive en Chile.

¿Cómo nace este programa?

Surge a iniciativa del Ministerio de Energía, que comenzó a trabajar en el desafío de la descarbonización. A medida que avanzó el diseño, se sumaron Hacienda, Medio Ambiente y la UNEP, hasta que Fundación Chile asumió su ejecución. Tras postular con éxito, Chile quedó entre 12 países elegidos por la ONU.

¿Qué hace especial a nuestro país dentro de la iniciativa que lo hizo elegible entre esos 12 países?

Tenemos una Ley de Cambio Climático y diversos programas sectoriales. Ahora el reto es consolidar herramientas que estandaricen mediciones de carbono, agua y biodiversidad, y que garanticen su implementación efectiva.”

¿Cuál es el plazo y enfoque principal del programa?

Durará cinco años. Nuestro foco es nivelar la política pública, sectorial y territorial, coordinar al sector privado y la academia, y trabajar con indicadores comunes para reportar resultados integrados.

¿Cómo operarán en la práctica las herramientas como Huellas Chile?

Huellas Chile y el Certificado Azul serán productos clave, pero diseñaremos nuevos mecanismos que impulsen la inversión, su difusión y la reportabilidad adecuada. Medir no es suficiente: hay que gestionar y certificar esos resultados.

¿Qué tipo de pilotos implementarán?

Lideraremos pilotos en tres regiones de Chile con distintos focos: descarbonización de la generación térmica, una parte de la matriz poco estudiada, y evaluación de indicadores de naturaleza positiva: agua, biodiversidad y estado de ecosistemas.

¿Cómo se organiza la gobernanza del programa?

Contamos con un comité directivo (ministerios y UNEP) que define directrices estratégicas, y un comité técnico que monitorea avances y asegura sinergias. Además, habilitaremos mesas temáticas donde el sector privado y la academia aportarán insights y datos relevantes.”

¿Cuál es el mayor reto y la lección más importante?

El sistema suele ver la naturaleza como un freno, pero Davos 2025 destacó que más del 50% del PIB mundial depende de sus servicios. Interpretar la naturaleza inteligentemente y valorarla como un motor de negocio es fundamental.

¿Cuáles son los hitos que marcarán el avance en los próximos años?

  • Desarrollo de una hoja de ruta 80‑20 para focalizar proyectos de mayor impacto.
  • Creación de una cartera de iniciativas lista para financiamiento público y privado.
  • Implementación de pilotos regionales con distintos enfoques.
  • Ajuste de Huellas Chile a nuevos indicadores de naturaleza.
  • Definición de una estrategia financiera, liderada por Hacienda, que movilice recursos.
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