entrevista
29/10

Grupo Falabella: “Innovación, cambio cultural y gobernanza han sido los motores de la estrategia climática de la compañía”

La gerente de sostenibilidad de la empresa, Daniela Bertoglia, explica los alcances de cómo están avanzando hacia la descarbonización.

Cinco pilares tiene la estrategia de sostenibilidad del grupo Falabella. Acción por el clima; circularidad y Residuos; Diversidad, Equidad e Inclusión; impacto social; y gobierno corporativo figuran en su hoja de ruta, con metas e incentivos que, según la gerente de sostenibilidad, Daniela Bertoglia, ya «han ido permeando en los procesos, incluso en la matriz de riesgos».

Entre sus principales compromisos está reducir en un 65% emisiones de alcances 1 y 2 a 2030 (línea base 2021); alcanzar un 65% del suministro eléctrico proveniente de fuentes renovables y reducir en un 20% el desperdicio de alimentos a 2025.

Este año el Grupo Falabella, que reúne a Banco Falabella, Mallplaza, Sodimac, Falabella Retail y Tottus, selló un hito al publicar su primer Reporte Climático, un documento inédito en la industria que contiene los fundamentos de la acción de la compañía y los principales resultados que lograron en 2023, en todos sus negocios y países en que opera.

En entrevista con ESGHOY, Daniela Bertoglia cuenta que ya han podido cumplir con algunos objetivos. En 2023 redujeron en un 20% las emisiones de Alcances 1 y 2 y lograron que un 73% del suministro eléctrico viniera de fuentes renovables.

¿Qué iniciativas específicas han implementado para reducir sus emisiones?

Según la particularidad de cada negocio, hemos implementado sistemas de refrigeración con menor potencial de calentamiento global y reemplazado luminarias tradicionales por LED. Hemos aumentado el abastecimiento de energía proveniente de fuentes renovables, incorporamos alternativas de electromovilidad en la última milla, mejorado el control y monitoreo del consumo energético de los sistemas de frío y clima. Además, estamos desarrollando diferentes pilotos para seguir explorando tecnologías y estrategias que nos permitan acelerar la reducción de nuestras emisiones.

 ¿Qué metodologías o estándares internacionales han utilizado para evaluar y reportar su impacto ambiental?

Cuando elegimos una metodología lo primordial es asegurar que nuestros informes sean consistentes y comparables con los de otras empresas líderes, y nuestros estándares sean referentes a nivel global en la gestión de emisiones. Es por esto que hoy nos basamos en el Estándar Corporativo de Contabilidad y Reporte del Protocolo de Gases de Efecto Invernadero (GHG Protocol), que establece un marco exhaustivo para medir y gestionar nuestras emisiones de Alcance 1, 2 y 3. También hemos incorporado recomendaciones del Task Force on Climate-related Financial Disclosures (TCFD), y estamos adoptando el Estándar S2 del IFRS, lo que alinea nuestra estrategia climática con los últimos avances en gestión y reporte financiero. En el diseño y construcción de nuevas instalaciones, contamos con certificaciones EDGE y LEED, este último propio del US Green Building Council.

A esto se suma al seguimiento interno de indicadores y metas. Nuestra gestión climática es evaluada por sistemas de divulgación como CDP, ratings como DJSI o MSCI e iniciativas públicas del Ministerio de Medio Ambiente.

Especialista en riesgos

 ¿Cómo se estructura la gobernanza climática en Falabella? ¿Qué áreas o niveles de la empresa están involucrados en la toma de decisiones?

Tenemos una estructura que garantiza que la descarbonización esté integrada en los niveles más altos de toma de decisiones y ejecutada de manera operativa en cada unidad de negocio, asegurando coherencia y compromiso en la estrategia. El directorio de Falabella S.A. juega un rol clave en la supervisión de la estrategia corporativa de sostenibilidad, ahí se aprueba la asignación de presupuestos anuales para iniciativas de descarbonización y evalúan avances y solicita actualizaciones a la administración. En la administración, la mayor responsabilidad en temas climáticos la tiene el Gerente Corporativo de Estrategia, Sostenibilidad y Transformación, quien integra los objetivos climáticos en la planificación estratégica y financiera de los negocios y alinea los incentivos para los roles que ejecutan las iniciativas.

En esta gerencia está alojado el rol de Especialista de Riesgo de Cambio Climático, que informa sobre el desempeño de la huella de carbono y la gestión de los planes de descarbonización, entre otras tareas. Finalmente, los equipos de diversas áreas de negocio ejecutan los planes de trabajo, en coordinación con la gerencia corporativa de sostenibilidad.

¿Cuáles son los mayores desafíos que enfrenta Falabella en su estrategia climática y cómo los aborda para asegurar el cumplimiento de los objetivos?

Creo que hoy en día los desafíos son bastante similares para toda la industria, y están ligados a la necesidad de desarrollar capacidades de innovación, de adaptación y tomar un enfoque de riesgos, generando además un cambio cultural y colaboración en toda la cadena de valor. 

La innovación en procesos y tecnologías es clave. La industria avanza rápidamente en soluciones más eficientes, y en Falabella lo hacemos probando y piloteando tecnologías innovadoras. Al mismo tiempo, esto debe ir acompañado de un cambio cultural en la manera de hacer las cosas, lo que implica integrar variables ambientales en la evaluación financiera, cuantificar riesgos ambientales y diseñar procesos que incorporen aspectos climáticos. Hemos avanzado en instalar una gobernanza climática sólida, esto incluye el desarrollo de talento especializado, upskilling y la creación de nuevas funciones en áreas clave.

El sector retail, como muchos otros, enfrenta un desafío importante en la gestión de las emisiones de Alcance 3, que abarca a toda la cadena de valor. En Falabella buscamos oportunidades de trabajo con nuestros proveedores para generar sinergias que nos permitan reducir conjuntamente nuestras emisiones.

La adaptación al cambio climático implica desarrollar estrategias que nos preparen para enfrentar sus impactos físicos, como eventos climáticos extremos. La adaptación es crucial para garantizar la resiliencia de nuestras operaciones y mitigar riesgos futuros.  

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