Informe de Cochilco reconoce avances en certificaciones y auditorías, pero advierte la necesidad de incorporar a pequeñas y medianas empresas. Transparencia, transición energética y relaciones con comunidades aparecen también como prioridades del sector en su camino ESG.
Aunque el sector minero ha mostrado avances significativos en la adopción de criterios ESG, la necesidad de mayor transparencia, la mitigación de impactos ambientales y sociales, y la adopción de tecnologías más sostenibles siguen figurando entre los grandes desafíos del sector en Chile y el mundo.
Así lo revela el informe «Levantamiento de Iniciativas ESG en la Minería», elaborado por la Comisión Chilena del Cobre, que arroja un detallado panorama sobre cómo las compañías han ido incorporando principios ambientales, sociales y de gobernanza (ESG) en sus operaciones.
El documento reconoce que con el objetivo de aumentar la transparencia y credibilidad de sus operaciones, las empresas mineras en Chile están adoptando, crecientemente, estándares y certificaciones internacionales en sostenibilidad, además de una mayor tendencia a contratar auditorías externas.
Han mostrado, además, un mayor énfasis en trabajo en economía circular y en la gestión eficiente de recursos naturales, incluyendo la reducción de huella hídrica y de carbono.
Tendencias claves
Uno de los aspectos destacados del documento es la relación con las comunidades. Reconoce que el sector ha intensificado los esfuerzos de diálogo social y de generación de valor compartido con sus territorios, en un intento por mitigar impactos negativos y fortalecer la licencia social para operar. Lo que se refleja en la creciente cantidad de acuerdos con organizaciones de la sociedad civil y organismos intergubernamentales.
El gran desafío hoy, dice el informe, radica en extender los estándares a la pequeña y mediana minería, que «a menudo carece de los recursos y capacidades necesarias para implementar prácticas de sostenibilidad con el mismo rigor que las grandes»
El informe pone sobre la mesa una serie de desafíos que la minería debe abordar para consolidar su compromiso con el ESG. Uno de los más críticos es el riesgo de greenwashing, es decir, la presentación exagerada o falsa de prácticas sostenibles sin cambios estructurales reales. La fiscalización y verificación de indicadores ESG siguen siendo puntos débiles que requieren mayor atención.
En términos de gobernanza, la transparencia en la divulgación de datos es también una tarea pendiente. El informe señala que, aunque las empresas han avanzado en la generación de reportes de sostenibilidad, la falta de estandarización y la ausencia de métricas homogéneas dificultan la comparación y evaluación de desempeño entre compañías.
Otro reto fundamental es la transición energética en la minería. La reducción del uso de combustibles fósiles y la integración de energías renovables en los procesos productivos aún enfrenta barreras tecnológicas y de costos, lo que ralentiza la transformación del sector.
Cochilco asegura que alinearse con las mejores prácticas internacionales se ha convertido en un «es un factor diferenciador clave para el cobre chileno en un mercado global cada vez más exigente, donde la sostenibilidad se ha convertido en un criterio decisivo para la inversión y compra de productos». Por eso, es «esencial» incorporar a toad la cadena de valor del cobre, lo que requerirá esfuerzos individuales del sector privado, pero también apoyo gubernamental, sentencia.
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