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01/09

Hernán Orellana: “La inteligencia artificial generativa es un tsunami que las empresas no pueden ignorar”

En encuentro de Prohumana, el socio de Adapsis, director de BCI y referente en temas de digitalización, dio una clase magistral sobre los desafíos y oportunidades de la inteligencia artificial generativa para las empresas La conversación giró en torno a cómo esta tecnología está redefiniendo el capital humano y exigiendo a las organizaciones cambios culturales profundos.

«La inteligencia artificial generativa ya cambió las reglas del juego: o la surfeas o te pasa por encima». Con esta advertencia, Hernán Orellana, director del Banco Bci, socio de Adapsis y referente en digitalización, sentenció que el verdadero desafío no está en los algoritmos, sino en las personas y la cultura organizacional.

El experto fue el expositor principal del encuentro Humanos + IA Generativa, realizado por Prohumana, en el que la conversación giró en torno a cómo esta tecnología está redefiniendo el capital humano y exigiendo a las organizaciones cambios culturales profundos.

Y el salto puede aportar hasta un 25% al PIB mundial, pero sólo si las empresas logran liderar la transformación desde la estrategia y la gestión del capital humano, dice Orellana que dejó en evidencia que la inteligencia artificial generativa no es sólo un desafío tecnológico, sino principalmente humano y cultural.

La democratización de ChatGPT

«Las tecnologías de propósito general siempre generan temor al inicio. Pasó con el computador personal, con internet y ahora con la inteligencia artificial. Lo importante es entender que no se trata de una ola que podemos elegir surfear o no; es un tsunami que inevitablemente impactará nuestras organizaciones», afirmó Orellana.

El especialista explicó que el gran cambio que introdujo ChatGPT fue la democratización del acceso: «Por primera vez cualquier persona puede comunicarse con la IA usando lenguaje natural. Eso generó un factor de productividad gigantesco y un cambio en la forma en que realizamos nuestras tareas cotidianas».

Según un estudio de McKinsey citado por Orellana, la inteligencia artificial podría aportar entre un 15% y un 25% al PIB mundial, con impactos significativos en áreas como atención al cliente, desarrollo de software, ventas y marketing. «Esto no es marginal. Las oportunidades son enormes y las empresas que no se suban corren el riesgo de quedar atrás», advirtió.

Desafíos evidentes

Los desafíos para implementar proyectos de IA son evidentes. Orellana recordó que, según un análisis de BSG, sólo el 27% de las empresas logra éxito en sus iniciativas de IA generativa. «No se trata de la tecnología: el 70% de los fracasos ocurre por barreras humanas y organizacionales. El problema está en las personas, en la resistencia al cambio y en la dificultad de replantear procesos completos con IA», señaló.

Ante este escenario, entregó su «receta» para directorios y equipos de liderazgo, estructurada en tres ámbitos:

  • Personas: capacitación dirigida, creación de centros de excelencia y gestión del cambio cultural.
  • Datos: inventario y gobernanza clara para que la IA pueda operar con información de calidad.
  • Procesos: priorización estratégica, pilotos bien gestionados y claridad en la medición del retorno de inversión.

«La clave está en acompañar a las personas en este camino. No podemos dejar que cada uno aprenda solo. Es responsabilidad de las organizaciones entregar formación, establecer marcos éticos y fomentar una cultura ágil, basada en el aprendizaje continuo», enfatizó Orellana.

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