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03/11

Economía climática crece, reduce emisiones y resiste la incertidumbre

En vísperas de la COP30, la Alianza de CEO Líderes por el Clima del Foro Económico Mundial advierte que el mundo no puede darse el lujo de “esperar y ver”. Su nuevo informe demuestra que ya está generando retornos, empleo y resiliencia, y llama a gobiernos y empresas a acelerar la transición con políticas estables, inversión en innovación y una colaboración público-privada más profunda.

La transición verde dejó de ser una promesa y se convirtió en un motor real de crecimiento económico. Así lo afirma la Alianza de CEO Líderes por el Clima del Foro Económico Mundial (WEF), que reúne a más de 130 compañías globales con ingresos de US$ 4 billones y 12 millones de empleados.

En carta abierta dirigida a los gobiernos antes de la COP30, la red de ejecutivos sostiene que la economía climática ya está «entregando resultados» en rentabilidad, resiliencia y creación de valor, y advierte que no actuar sería un error estratégico y financiero.

Llamaron a construir una colaboración más profunda entre empresas y gobiernos, basada en confianza y objetivos compartidos. «Las acciones que se tomen hoy definirán la velocidad y escala de la transformación», señala el texto.

Evidencia empresarial: crecimiento y descarbonización pueden avanzar juntos.

Entre 2019 y 2023, las empresas de la Alianza redujeron sus emisiones en 12% mientras aumentaron sus ingresos en 20%. “Estos resultados demuestran que las inversiones climáticas son una oportunidad de negocio, no un sacrificio”, plantea el documento.

El mercado global de tecnologías limpias, paneles solares, turbinas eólicas, vehículos eléctricos, baterías, hidrógeno verde y bombas de calor, cuadruplicó su tamaño desde 2015, superando los US$ 700 mil millones anuales.

Más allá de la energía, sectores como la agricultura regenerativa y la economía circular están abriendo nuevas fuentes de valor: los primeros logran mayores márgenes para los agricultores y los segundos reducen costos y desperdicios. De hecho, según el informe, por cada dólar invertido en resiliencia climática, las empresas obtienen entre dos y seis dólares de retorno gracias a la eficiencia y la continuidad operacional frente a eventos extremos.

Un cambio rentable y socialmente positivo

El documento subraya que la transición verde contribuye a la seguridad energética, la independencia económica y la creación de empleo. A nivel global, podría generar un saldo neto de 10 millones de nuevos puestos de trabajo hacia 2030. También mejora la salud pública: políticas de aire limpio y movilidad activa podrían reducir la mortalidad en más de 1,5%.

«Las inversiones climáticas no solo protegen el planeta, también fortalecen la estabilidad económica, reducen la exposición a riesgos físicos y abren oportunidades en innovación», sostienen los líderes firmantes.
El desafío: acelerar pese a los vientos en contra.

Pese a los avances, la Alianza advierte que las políticas actuales conducen al mundo a un aumento de temperatura de hasta 3 °C hacia 2100, con los 2 °C superados ya a mediados de siglo. Las consecuencias, sequías, incendios, tormentas y crisis alimentarias, representan un riesgo directo para la economía global.
El informe denuncia que la incertidumbre regulatoria, los altos costos iniciales y las tensiones geopolíticas están ralentizando la transición. «Un enfoque de esperar y ver no es viable», enfatiza el texto.

 

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Siete tareas para los gobiernos

El documento propone una hoja de ruta clara para reactivar la inversión verde:

  1. Asegurar estabilidad regulatoria: políticas consistentes y de largo plazo que otorguen certidumbre.

  2. Reducir riesgos financieros: mediante instrumentos como blended finance, garantías y contratos de carbono.

  3. Duplicar incentivos a tecnologías emergentes, especialmente en sectores difíciles de descarbonizar.

  4. Planificar una transición justa desde los combustibles fósiles.

  5. Acelerar permisos y trámites: simplificar procesos podría reducir plazos en 50% para la eólica y 75% para la solar.

  6. Invertir en capital natural: proteger bosques, humedales y océanos como activos económicos.

  7. Fortalecer la adaptación: elaborar planes nacionales con proyectos financiables y sistemas de alerta temprana.

Del compromiso a la ejecución

La carta insta también al sector privado a profundizar su acción climática:

  • Reducir emisiones directas (alcances 1 y 2) con metas basadas en ciencia.
  • Actuar sobre las emisiones de cadena de valor (alcance 3).
  • Mejorar la eficiencia energética mediante inteligencia artificial y nuevas tecnologías.
  • Crear demanda conjunta para tecnologías limpias, sumándose a alianzas industriales.
  • Invertir en adaptación: infraestructura resiliente, cadenas de suministro diversificadas y modelación avanzada de riesgos.

Aquí puedes leer el documento completo.

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