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16/10

La transición energética en Chile y el almacenamiento de energía renovable

Robustecer la transmisión es una solución muy necesaria, pero también de largo plazo. Por eso, la industria necesita hoy soluciones que permitan evitar estos vertimientos y aprovechar al máximo nuestros recursos naturales.

Chile se encuentra en un momento trascendental en su historia energética. Hace tiempo, como país nos dimos cuenta que éramos privilegiados en recursos naturales renovables, y decidimos que la oportunidad de ser una potencia mundial en esta materia no podía desperdiciarse. Años más tarde, y ya con parte del camino recorrido, sabemos que este tiene varios baches que en un principio no fueron considerados.

El desarrollo de la energía renovable vino principalmente de la mano de la construcción de proyectos solares en el norte del país, un avance que no se condijo con el desarrollo de la infraestructura que permitirá transmitir esta energía limpia al resto del país. Así, hoy el norte genera energía verde que durante varias horas del día se vierte.

Robustecer la transmisión es una solución muy necesaria, pero también de largo plazo. Por eso, la industria necesita hoy soluciones que permitan evitar estos vertimientos y aprovechar al máximo nuestros recursos naturales. Es en esa línea que se torna fundamental el almacenamiento de energía en base a baterías, conocidos como BESS (Battery Energy Storage System).

Los BESS tienen la capacidad de capturar la energía generada por fuentes renovables, como paneles solares y aerogeneradores, y almacenarla para su uso posterior. Actúan como guardianes de la energía, asegurando que no se desperdicie la energía generada por el sol y el viento y así esté disponible cuando más se necesita.

Un ejemplo de ello es que en ENGIE Chile, estamos  liderando esta transformación en el país. Con un proyecto funcionando y dos en construcción, la empresa se encamina a superar 1 GWh de almacenamiento al día y se estima que permitirá una reducción de 107.829 toneladas de CO2 al año. En términos más simples, equivale a sacar de circulación a cerca de 36.500 vehículos de combustión interna o convencional.

A nivel mundial el Grupo tiene el objetivo de alcanzar 10 GW para 2030 a nivel global. Este nivel de inversión y compromiso con las energías renovables es una señal clara de que la empresa está dispuesta a liderar la transición hacia un mundo más limpio y sostenible.

Los sistemas de almacenamiento de energía con baterías, como los implementados por ENGIE, están desempeñando un papel central en esta revolución. Estos sistemas no solo evitan el desperdicio de energía, sino que también impulsan la estabilidad de la red y contribuyen a la descarbonización. Sin duda, este es un camino que vale la pena seguir.

 

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