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13/11

Lanzan 10 estándares de buenas prácticas para organizaciones de la sociedad civil

Comunidad de Organizaciones Solidarias presentó guía para que las instituciones sin fines de lucro evaluén y mejoren sus capacidades en transparencia, gestión y gobernanza.  

Con el fin de fortalecer la gestión de las entidades de la sociedad civil, en ámbitos como la transparencia y gobernanza, la Comunidad de Organizaciones Solidarias desarrolló una guía con 10 Estándares para el Fortalecimiento de la Gestión y Buenas Prácticas, herramienta que considera un instrumento de medición que permite diagnosticar y seguir los avances en los distintos ámbitos.

“Hoy tanto el sector público como el privado necesitan trabajar colaborativamente con la sociedad civil para atender oportunamente a la población más vulnerable o para potenciar iniciativas privadas de vinculación con el entorno. Y en ambos casos, es imprescindible contar con las más altas condiciones de transparencia y modelos de gestión acordes a la importancia de los desafíos que se abordan. En esta línea venimos trabajando por más de una década, por ejemplo, a través de la FECU Social y ahora, con instrumentos como éstos”, señaló Hans Rosenkranz, director ejecutivo de la Comunidad de Organizaciones Solidarias.

Los estándares se componen de 10 guías dedicadas a ámbitos específicos -Regulación del Órgano de Gobierno, Consistencia y claridad de la misión, Planificación y evaluación de la actividad, Transparencia en la comunicación, Transparencia en el financiamiento, Sostenibilidad en el financiamiento, Transparencia en la utilización de fondos, Cumplimiento de obligaciones legales, Promoción del voluntariado e Inclusión y no discriminación-, que permiten evaluar y mejorar las capacidades de la organización en las distintas áreas.

Fueron desarrollados por la Comunidad, basados en el trabajo realizado por la Fundación Lealtad Chile, que adaptó los 9 Principios de Transparencia y Buenas Prácticas elaborados y probados por su símil en España; y los traspasó en 2021 a la Comunidad de Organizaciones Solidarias, para su aplicación en Chile. La adaptación de los estándares a la realidad chilena estuvo a cargo de un equipo especialista que determinó, además, la pertinencia de agregar un décimo: el de inclusión y no discriminación.

 

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