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29/08

Lo que plantea la taxonomía para inversiones sustentables que lidera el Ministerio de Hacienda

En el encuentro «Construyendo un lenguaje común para la sostenibilidad: Estructura de la Taxonomía de Actividades Económicas Medioambientalmente Sostenibles para Chile», el ministro Mario Marcel calificó el documento como "un bien público, que viene a llenar un vacío". Dijo que la calificación de las actividades sostenibles ayudará a poder comparar y a evitar el lavado verde. Aquí puedes ver el evento completo.

El informe con la estructura para elaborar un sistema de clasificación de actividades económicas medioambientales sostenible a nivel nacional, taxonomía, que lanzó el Ministerio de Hacienda, abarcará, en una primera etapa, a siete sectores económicos: agricultura, ganadería, silvicultura y pesca; minas y canteras; manufactura, electricidad, gas, vapor y aire acondicionado; suministro de agua, aguas residuales, gestión de desechos y descontaminación; construcción; transporte y almacenamiento; información y comunicaciones,  y actividades inmmobiliarias.

El objetivo de Hacienda es que el documento sirva como marco para la construcción de una taxonomía que identifique las actividades económicas a nivel nacional consideradas medioambientalmente sostenibles, «usando un criterio estandarizado que permita fomentar la transparencia en los mercados y la comparabilidad de actividades en torno a su sostenibilidad ambiental».

En su lanzamiento el ministro Mario Marcel explicó que parte importante del trabajo se basa en lo que ya ha realizado la Unión Europea. Calificó el documento como un «bien público» que viene a llenar un vacío » y  que responde «a una demanda urgente del sector financiero, inversionistas y diversos actores económicos que ven en esta herramienta un pilar fundamental para su operación y decisiones estratégicas, incluyendo la gestión de riesgos».

Marcel señaló que «una taxonomía única ayudará en términos de comparabilidad y de evitar el lavado verde». Aclaró que «la taxonomía sostenible no determina una lista de actividades en las que se debe invertir de manera obligatoria ni un mecanismo de regulación per se. Es, por definición, un sistema de clasificación que no implica obligaciones vinculantes para las empresas. Algunas empresas incluso pueden adoptarlas voluntariamente para guiar sus políticas y estrategias».

La presidenta de la Comisión para el Mercado Financiero (CMF), Solange Bernstein, señaló que el cambio climático, la diversidad, la inclusión en los diversos ámbitos de la sociedad y la existencia  de mejores gobiernos corporativos, «son materias en las que debemos avanzar si queremos un  mercado financiero desarrollado, estable y sostenible. Y contar con una taxonomía contribuye al  buen desarrollo del mercado financiero».

El documento resume los resultados de la discusión y análisis liderados por Hacienda desde el 2021 y corresponden a una primera etapa del proceso de elaboración de la taxonomía. Define los objetivos medioambientales, los sectores y actividades económicas y las reglas mínimas que determinarán las condiciones o para que una actividad económica se considere “medioambientalmente sostenible”. Consolida el trabajo realizado por el ministerio desde 2021 con la colaboración del Banco Central, la CMF, la Superintendencia de Pensiones y el ministerio del Medio Ambiente, sobre la base de las mejores prácticas de la experiencia internacional.

 

La publicación de la estructura de la taxonomía es un primer hito. Desde ahora, Hacienda dirigirá el trabajo que elaborará la taxonomía misma, que contendrá  «los criterios de selección y  umbrales para determinar la contribución que una actividad económica realiza a uno o más objetivos de la taxonomía, como objetivos de mitigación y adaptación».

El escenario

Según el informe las alteraciones climáticas están ocurriendo a un ritmo más acelerado de lo previsto y Chile se encuentra entre los países más afectados por estos cambios ambientales. «A nivel global, los procesos productivos no están respondiendo de manera adecuada a las transformaciones necesarias para abordarlos y evitar sus peores consecuencias. El financiamiento tampoco se está canalizando necesariamente hacia las áreas prioritarias», sostiene al admitir que el desarrollo económico no avanza de manera coherente con el objetivo global de alcanzar emisiones netas cero para 2050.

«Es preocupante constatar que, a nivel global, solo unos pocos sectores de la economía operan actualmente con emisiones netas cero y, en los demás sectores, las reducciones  no se están produciendo lo suficientemente rápido para lograr dicha meta», sentencia.

Aquí puedes leer el documento completo.

 

 

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