Diálogos Sostenibles
18/10

Paola Alvano, BCI: «Todas las empresas estamos desafiadas. Hay que ser coherentes y consistentes»

La gerente de asuntos públicos y sostenibilidad fue la primera entrevistada del ciclo Diálogos Sostenibles que inció ESGHOY para conocer, en terreno, lo que está ocurriendo al interior de las empresas chilenas con los temas medioambientales, sociales y de gobernanza. Aquí puedes revivir el Live de la entrevista o leer extractos de la conversación.

En la primera edición de Diálogos Sostenibles, el ciclo que iniciamos esta semana para conocer cómo se viven los criterios ESG en las diferentes compañías que operan en el mercado local, conversamos con la gerente de asuntos públicos y sostenibilidad del banco Bci, Paola Alvano.

Lo primero que plantea esta ejecutiva que suma 25 años «evangelizando» en estos temas, es que lo que ha sucedido con el medioambiente, lo social y la gobernanza, ha sido similar a la transformación digital. “En los últimos 4 ó 5 años, después del estallido social, se aceleraron los procesos», dice.

Alvano ha sido testigo de cómo ha ido cambiando el rol de los profesionales a cargo de la sostenibilidad.  “Ha sido de manera muy acelerada, ha habido un cambio cultural muy fuerte en la toma de decisiones de las empresas. Los presidentes, los gerentes generales, los colaboradores se han ido adhiriendo al tema”, sentencia.

Hace pocos días publicamos en ESGHOY un estudio de Amrop acerca de la importancia que  han adquirido los gerentes de sustentabilidad, y decía que  su rol ha aumentado «hasta alcanzar dimensiones casi inmanejables». ¿Existe esa conciencia en Chile? ¿O sólo se da en las empresas más grandes?

Sin duda a nivel de empresas más grandes existe el rol. Existe un gerente de sustentabilidad que está movilizando, sensibilizando a las distintas capas de la organización con respecto a la relevancia que tiene esto. Pero también uno escucha y ve que compañías medianas o incluso pymes parten con una mirada triple impacto. Ahí el rol no existe de manera formal y yo tengo esa mirada, bien distinta, en que quizá, no debiera existir.

Cuando hablamos de sostenibilidad en industrias como la minería o forestal, el tema parece obvio, pero  ¿cómo se aborda una estrategia de sustentabilidad desde el sistema financiero?

Es un desafío. Para cada rubro es distinta. A través de datos tenemos que demostrar cuáles son los elementos materiales que ponen en riesgo o tienen una oportunidad en materia de sostenibilidad. Yo diría que el ABC del gerente de sostenibilidad es que tiene que tener una materialidad, por un lado entender los focos de negocios, las preocupaciones, la estrategia en el largo plazo y conectarlo con lo que se escucha, con acinistas, inversionistas, proveedores, etc. Lo que se denomina doble materialidad, es una herramienta con la que hay que partir.

Cuando se define lo que es realmente importante, tiene que ver con la estrategia de negocios y qué oportunidad o riesgos tienes de aumentar los ingresos, minimizar los costos o diminuir los riesgos. Son tres variables super críticas que siempre hay que estar mirando y que si uno cruza la escucha y la materialidad, logra identificar las variables ESG que son las que hay que integrar en la estrategia.

¿Dónde estás más desafiada hoy como gerente de sustentabilidad?

Si bien somos una empresa de servicio, que no tiene una huella de carbono que contamine en términos directos y ya somos carbono neutral, los accionistas a nivel internacional, los consumidores y los colaboradores quieren, de alguna forma, invertir o tener una organización que sea sostenible y preste servicios a las empresas que estén ayudando al cuidado del medioambiente o al impacto social. ¿Cuál es el desafío ahí? Como medimos esos impactos. Tengo que hacer todo un trabajo interno, además a nivel de mercado, porque no existe una taxonomía, pronto vamos a estar detrás de la NGC 461, pero no hay una taxonomía que diga ok este es el dato social para este tipo de rubro o información.

Lo segundo es la inclusión, Chile tiene un buen acceso al sistema financiero, pero el desafío es la experiencia que viven esas personas, no se trata que les contesten el teléfono rápido, si no cómo ayudo a mejorar su vida con ese acceso.

El tercer desafío, apalancado en los temas de transparencia y de confianza, algo más nuevo, es cómo nosotros como Bci reportamos el impacto ambiental y social, además de lo financiero y el engagment con los colaboradores.

Todas las empresas estamos desafiadas, porque ya no va a ser lo mismo, como antes, que se escribía en las memorias cuánto impacto social se hizo. Ahora hay una reportabilidad, una exigencia normativa, además de los estándares internacionales, hay que ser coherentes y consistentes para no caer en greenwashing.

 Siempre hay riesgo de eso. ¿Cómo se trabaja para no caer en lavado verde?

Se habla mucho de los compromisos de largo plazo, pero no se muestra la relevancia que eso tiene. Y ese es el primer punto que hay que acordar a nivel de directorio, de gerencia general, de primera línea. Cuál es el compromiso en tu estrategia, El banco, por ejemplo, tiene cinco indicadores y dos de ellos son sociales y ambientales, también están los económicos, los colaboradores y los clientes.

Hay que definir cuáles son los dos o tres compromisos de largo plazo, algo que no se va a resolver mañana. Cuando hay convencimiento y ambición, porque el compromiso no es solo cuidar el medio ambiente, sino que me comprometo a disminuir en un 20% la  descarbonización de la cartera, por ejemplo. Son compromisos de números bien concretos que tienen que ver con el impacto social y ambiental que el banco quiere generar.

Una vez aprobados, adheridos esos compromisos, uno empieza a trabajar cuáles son los datos y más importante aún, cuáles son las iniciativas que cada área del negocio tiene que trabajar.

El ministerio de Hacienda está trabajando en una taxonomía. Este año comenzaron los reportes con la NGC 461, ¿cómo ves esta normativa y reglas del juego?

Estamos muy confirmes con las nueva norma, participamos mucho en las consultas públicas. Considera muy bien los estándares internacionales, concreta, precisa, respecto de lo que uno debe hacer., La normativa es muy buena para movilizar a las empresas. Entrega información al mercado que nos ayuda a todos a tomar decisiones. Lo valoramos, es un muy buen avance. Pero, las empresas tenemos que estar corrido el cerco, no solo cumplir con la ley, tenemos que adelantarnos siempre.

La taxonomía que está trabajando Hacienda es un muy buen trabajo. La sostenibilidad no se puede hacerse de a uno, se requiere un trabajo público – privado, con la academia, con la sociedad civil, con los expertos. Cuando hablamos de utilidad de una empresa todos entendemos, pero cuando de la medición de la huella de carbono, de la descarbonización, ahí nos empezamos a enredar y todos entendemos cosas distintas.

¿Cuál es la realidad del sistema financiero en términos de sostenibilidad si nos comparamos con el resto de los países?

Este es uno de los sectores más avanzados. Lo vemos en varios varios indicadores, cuando postulamos al Dow Jones, por ejemplo. Vemos que tenemos diferencias con los países más desarrollados, pero es una oportunidad, un desafío de ver cómo esas prácticas, que se están instalando a nivel internacional, las podemos traer en pro de las personas, del país, de las empresas.

Que la banca sea desarrollada en termas ESG a nivel internacional, es el mejor escenario porque podemos desarrollar las buenas prácticas, considerando la realidad de nuestro mercado. En general, la banca en Chile ha dado buenos pasos, todos avanzando en la misma línea.

 

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