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28/08

¿Por qué el metano es tan importante en la lucha climática? 

Un artículo del director de Adaptive Capability, David McEwen, publicado en Illuminem,  advierte que el metano resulta ser un gas de vida bastante corta y aunque se descompone después de una o dos décadas, durante ese período se calienta a un ritmo mucho mayor que el dióxido de carbono.

El metano (CH 4) es el componente principal del «gas natural», contribuye directamente a la ebullición global cuando se libera sin quemarse. Se encuentra en depósitos de carbón, pozos de gas, tuberías y edificios. También en la ganadería.
Un artículo del director de Adaptive Capability, David McEwen, publicado en Illuminem,  advierte que el metano resulta ser un gas de vida bastante corta y aunque se descompone después de una o dos décadas, durante ese período se calienta a un ritmo mucho mayor que el dióxido de carbono.

Explica que el Potencial de Calentamiento Global (GWP) de 1 kg de metano es 81-83, lo que significa que en un período de 20 años ese kilogramo calienta 81-83 kg de dióxido de carbono. Pero debido a que se descompone rápidamente en relación con él puede persistir en la atmósfera durante cientos de años. El GWP100 del metano es solo alrededor de 27-30, lo que significa que 1 kg de metano causa el daño por calentamiento de 27-30 kg de dióxido de carbono.

Aunque en la atmósfera es un gas que se traza en alrededor de 2 partes por millón (vs. 420 para el dióxido de carbono), su alto GWP significa que tiene un impacto desproporcionado en el clima. Al igual que el arsénico, no necesitas mucho para tener un gran impacto.

De hecho,  dice Mc Ewen, es responsable de aproximadamente el 30% del aumento de las temperaturas globales desde que comenzó la Revolución Industrial alrededor de 1750. Aunque es de corta duración, su concentración en la atmósfera se ha disparado en un 50% (de <800 a >1900 partes por billón). La concentración de dióxido de carbono de larga duración, en cambio, solo ha aumentado a la mitad (de unos 280 a 420 partes por millón).

Aumento de las concentraciones de metano y dióxido de carbono atmosféricos

 

«La vida relativamente corta pero impactante de la contaminación por metano en la atmósfera se vuelve realmente importante cuando se considera que dejar de quemar combustibles fósiles, incluidos el carbón y el petróleo, también acaba con una gran cantidad de contaminación por aerosoles, que en realidad tiene un efecto de enfriamiento de casi medio grado centígrado», señala.

El expero explica que poco más de 10 años después de lograr una reducción general de la contaminación global por metano (menos partes por mil millones), «se habrá disipado en gran medida en la atmósfera, lo que significa que ya no actuará como una manta». El experto admite que  «si lo hacemos bien, reducir drásticamente la contaminación por metano esta década  (y seguir reduciéndola en la de 2040 y más allá) podría contrarrestar en parte el calentamiento a corto plazo, que obtendremos de la reducción de la contaminación del aire por partículas y aerosoles a medida que eliminamos los combustibles fósiles».

Tiempo que tardan varios gases de efecto invernadero (que atrapan calor) en descomponerse o disiparse en la atmósfera

Disminuiría la velocidad de calentamiento, «como quitar una manta de la cama justo cuando estamos agregando otra», sostiene. Por eso, en la conferencia climática de Glasgow (COP26 en 2021), un grupo de países se comprometió a reducir la contaminación por metano en un 30 % para 2030. «Eso no sería suficiente, pero si se lograra sería un buen comienzo», alerta.

Partir por la medición

Para McEwen la «buena noticia» es que algunas medidas para reducir la contaminación por metano no solo son fáciles, sino que también pueden ser rentables para las empresas que contaminan: arreglar fugas de edificios y tuberías, en minas de carbón y bocas de pozos (incluidas minas abandonadas). Lo mismo para el ganado y desechos de vertederos. «Hay soluciones emergentes, como suplementos alimenticios para ganado que  reducen la cantidad de metano que liberan». Muchos vertederos, por lo demás, dice el especialista,  «están separando los desechos orgánicos y/o atrapando el metano para usarlo productivamente».

Pero lo más decisivo que podemos hacer para detener las emisiones de metano es poner fin a las aprobaciones de nueva infraestructura y extracción de combustibles fósiles.  «Si dejamos de expandir la extracción de carbón, petróleo y gas, nos centramos en energía renovables; en electrificar los hogares, negocios y transporte; en la sustitución del petróleo, el gas y el carbón de coque para procesos industriales de alta temperatura y otros.  Tal como están las cosas, alrededor del 60% de las reservas de petróleo y gas y el 90% de las reservas de carbón deben permanecer sin extraer para tener la mitad de posibilidades de alcanzar el objetivo de 1,5 grados».

 

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